Desde que la edición libanesa del The Daily Star publicó el pasado 4 de enero 2017 que Amal Alamuddin, de 38 años de edad, estaba embarazada de George Clooney y que estaba esperando gemelos (un niño y una niña) para marzo, la noticia ha corrido como la espuma. El periódico libanés cita que la información proviene de fuentes familiares muy cercanas a la familia Alamuddin.

Si el rumor se confirma eso significaría que George Clooney se convertiría en padre a los 55 años. Quien también tiene que estar encantada es la madre de George, que siempre ha dicho de su nuera que es una brillante abogado que milita a favor de los derechos de los hombres, y que no duda en alzar su voz para defender las causas que cree justas.

George Clooney es uno de los actores más conocidos de Hollywood con más de 70 películas en su haber y galardonado en 17 ocasiones.

Amal y George se conocieron en Londres durante una cena de beneficencia. Amal se mostró muy cauta ante las atenciones del actor. Poco acostumbrado al rechazo de las féminas, George se empleó a fondo para conquistar a esta brillante abogado de origen libanés, quien finalmente no pudo evitar sucumbir antes sus encantos.

La llegada de un hijo o de varios supondría el paso siguiente que contribuiría a afianzar esta unión, y proporcionaría los esperados herederos a la familia Alamuddin.

Ayer por la tarde en Londres, la feliz pareja asistió a la première del nuevo documental de 40 minutos de duración producido por Netflix sobre Siria y los White Helmets, el increíble equipo de rescate compuesto por 3.000 voluntarios que se ocupa de las víctimas heridas por las bombas en ese país (ya han salvado más de 70.000 vidas). Al parecer, Clooney ha comprado los derechos de este documental para transformarlo en una película.

El estreno tuvo lugar en el Hotel Bvlgari de Londres patrocinado por The Clooney Foundation For Justice, a continuación del cual se ofreció un cóctel al que asistieron además de los directivos de Netflix, representantes de The White Helmets.

Amal lució un traje mini floreado de Dolce & Gabbana (que disimula su estado de buena esperanza), a juego con unos botines forrados con tela brocada en negro de Stella McCartney.

Vía The Daily Star
Fotos David Benett